Sobre la ladera del Cerro Piltriquitrón, en el Paraje Las Golondrinas, de Lago Puelo, La Alazana es la primera destilería de whisky del país, que además de producir whisky fomenta el turismo regional con visitas guiadas y degustaciones en un paisaje de belleza natural. Al pie de la cordillera de los Andes, en la provincia de Chubut, se produce whisky de malta de manera artesanal desde el 2011.
La primera partida de botellas numeradas salió a la venta después del inicio del extendido proceso de añejamiento, con tres años, a fines del 2014. Esa edición se agotó rápidamente, como lo hizo la que edición del 2015. Estas primeras partidas son reducidas, ya que La Alazana apunta a tener whisky de no menos de ocho a diez años de añejamiento en el mercado.
La chacra es paradisíaca: Con caballerizas, frutales, aire limpio y fresco, agua pura y cristalina que corre por el arroyo que la atraviesa, arboledas, y los andes al fondo. Ubicada en el paraje Las Golondrinas, La Alazana es un emprendimiento familiar de Néstor Serenelli, su esposa y sus hijos. Eligieron este lugar para establecerse, buscando una vida serena, requisito que junto con el clima y el agua, es imprescindible para producir whisky.
Antes de embarcarse en este gran proyecto, tenía experiencia en el destilado de mostos de frutas. La idea comenzó a tomar vida hace ya más de quince años, motivo por el cual eligieron este lugar. Primero con un gran interés y simplemente como amante del whisky single malt. Luego, tras viajes a Irlanda y Escocia, llegó a ser cada vez más profesional. Hoy, La Alazana tiene la licencia para producir y vender el primer “single malt” de la Argentina, sello que garantiza el método y los estándares de calidad europeos, pero aprovechando la impronta Patagónica que le aportan los ingredientes locales y el entorno natural.
