Un lugar de culto de la pizza argentina, siempre vigente, concurrida y animada. La pizzería Güerrin fue fundada en 1932 por genoveses que decidieron fundar un local de pizza al paso o corte y eligieron una locación inmejorable; la Av. Corrientes, la calle de los teatros que nunca duerme, a una cuadra y media del obelisco.
En su inauguración se trató de un local pequeño que fue ganando espacio a medida que crecía hasta hoy.
"Es una de las tradición que conservamos viva y latente. No hay pizza que se destaque por encima de la otra pero muzzarella, jamón y morrón es la más requerida" cuenta Marcos, responsable del local. Quien además orgulloso nos contó que Güerrin es un punto de encuentro para turistas y locales, celebridades y del ciudadano común.
"Vienen desde los taxistas a grandes personalidades de la cultura de Argentina y el mundo. Recuerda que cuando le entregaron a Guillermo Francella El Martín Fierro de Oro, el actor se fua a comer pizza allí. Es una amalgama de clases sociales y cultura. También es muy común ver abuelos que teraen al nieto a comer y en el salon grupos de amigos y familias que salen del teatro y tienen la costumbre de comer allí todos los sábados.
Guerrín vende un promedio de 1800 pizzas diarias. Tienen cuatro hornos a leña desde hace 85 años y un maestro pizzero por horno y en total el personal está conformado por 90 personas. El secreto de la vigencia es una conjunción entre materia prima, sabor, tradición y el legado italianoconvertido en 100% porteño.
