Como ejemplo, la ruta del atún de Cádiz, fue de forma independiente con un stand propio en el que se desarrollaron multitud de actividades que captaron la atención de los visitantes, como el despiece tradicional de un atún de 250 kg, lo que denomanian el ronqueo (impresionante), conciertos en directo, degustaciones de productos típicos y sobre todo repartieron miles de tapas de atún preparado de diferentes maneras (crudo, en salazón, en salsa, etc).
La promoción de pueblos como Conil, Zahara de los Atunes o Barbate complementaba su habitual oferta de sol y playa, para poner en valor un producto único, que en los últimos años no han sabido explotar, y en la actualidad, casi su totalidad es exportado a Japón.
En el campo internacional, destaco la gran curiosidad que despertó en mí la comida libanesa; muy diversa e influida por los países de su entorno. Con buenas materias primas y mezcla de toques árabes y turcos, y con aires franceses. Desde luego despertaron en los presentes el apetito de probarla, aunque antes de lanzarnos al viaje, buscaremos en Madrid algún restaurante típico para primera toma de contacto.
Destacar todo que dio de sí la parte gastronómica de FITUR sería imposible. Os dejo algunas fotos representativas de los días que pasamos allí:
Guiso de carne elaborado por los chicos de Top Chef – Castilla y León
Tortellini de jamón relleno de ricota con salsa – Castilla y León
Crep de berzas de la tierra y pescado – Valencia
Quesos de Idiazabal – País Vasco
Tapas de cebolla frita, huevo escalfado, espuma de idiazábal y trufa negra- Vitoria
Escanciador de sidra- Asturias
Vasito de chocolate con esterificación de vino tinto y espuma de vino - Vitoria
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